Puedes creer lo que quieras, siempre y cuando tengas presente que aquello que crees es lo que vas a manifestar en tu vida. Si crees en el amor, la prosperidad, en que eres capaz y te mereces que te sucedan cosas buenas, eso es lo que vas a generar para ti. En cambio, si crees en la maldad, en el peligro, en que te falta o no eres suficiente, aunque pudieras tener frente a ti eso que tanto quieres, no lo tomarás, y no se manifestará en tu vida, porque con tus creencias así decidiste que fuera.
Nuestras creencias también influyen sobre nuestras experiencias. Puedo saber lo que una persona cree más por sus acciones, por sus resultados, que por lo que dice.
Para cambiar una creencia es necesario llevar a cabo un proceso de desanclaje y reprogramación, y la PNL y la hipnosis son las herramientas más rápidas y eficaces que puedes utilizar para hacerlo. Las categorías de las creencias limitantes son: posibilidad, capacidad y merecimiento.
Algunas de las creencias que más nos llevan a sufrir al querer generar prosperidad son:
- Subestimarnos para no herir a los demás o no generar alguna conducta reactiva de los envidiosos hacia nosotros.
- No darme tiempo a mí o a mi familia porque tengo que generar lo más rápido posible.
- Sentirme culpable por ser feliz y otros no lo son (síndrome del sufrimiento)
- Creer que porque tengo menos los otros están obligados a darme o soy mejor, más bueno o más santo.
- Creer que si me equivoco ya nunca me voy a poder levantar o voy a quedar etiquetado o me van a abandonar.
- Aquellas que salen de sentir emociones positivas o negativas y que no me cuestiono, porque son mi interpretación y no la realidad.
¿Te das cuenta que todas esas son una interpretación, tal vez un pequeño aspecto de la realidad, pero no la realidad misma?…
Recuerda que es tu derecho fundamental ser feliz, gozar de buena salud y estar satisfecho con tu vida. ¿Qué es aquello que te está impidiendo que vivas de ese modo?
LA ÚNICA VERDAD QUE EXISTE ES LA QUE ACEPTAS PARA TI…
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