Dios es la presencia inmutable que se encuentra a cada momento en todo, absolutamente todo. Cada palabra, cada pensamiento, cada acción, es atestiguada por la Santa Presencia De Dios.
Nunca estamos solos. Aunque en ocasiones pareciera que todo se encuentra de cabeza, Él siempre cuida de ti.
Muchas veces el pretender controlar es lo hace que Sus soluciones se tarden un poco más.
En ocasiones podemos pensar que no confiamos en los demás o en nosotros mismos. En esas ocasiones, confía en Dios. Y ríndete ante Él.
De ese modo, podrás permitir que su Victoria se manifieste de maneras que ni si quiera hubieras imaginado.
Mientras permanezcas con un corazón lleno de bondad, será Dios quien actúe a través de ti y te convertirás en su instrumento.
Entonces, te pondrá en el lugar que te corresponde para que tu luz infinita brille y puedas ser el actor que lleve a cabo su Voluntad, que siempre es el amor.
Dios restaura, corrige los rumbos y, al final, endereza los caminos. Nos inspira en el momento adecuado para que tomemos acción cuando esta acción nos corresponde a nosotros hacer ese cambio.
Cultiva tu dimensión espiritual.
Es aquella que te dará fortaleza, consuelo y respuestas cuando las acciones humanas parecieran no ser suficientes.
Si piensas que tu trabajo es aparte de tú dimensión espiritual, la vida te mostrará que Dios está en todo: EN TODO. Nuestro trabajo y nuestras vivencias diarias forman parte de la obra De Dios, y cada uno de nosotros somos piezas que, desde nuestras trincheras, van entretejiendo la obra maestra del Creador de todo.
Coach Tey Leal G
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